Un grupo de científicos chilenos logró desarrollar piel fotosintética –que genera oxígeno- a partir de microalgas, utilizada para la regeneración de tejidos útiles en los tratamientos de lesiones y úlceras.

A diferencia de las pieles sintéticas ya utilizadas para el tratamiento de lesiones –como quemaduras o traumatismos-, este tejido es capaz de producir oxígeno en la zona afectada con la estimulación de la luz, posibilitando con ello el proceso regenerativo, según explicó uno de los líderes del proyecto, el ingeniero en biotecnología molecular Tomás Egaña.

Cuando ocurre una herida, un infarto u otra condición que daña los vasos sanguíneos, los equipos médicos deben evitar la muerte de los tejidos por falta de oxígeno. Una menor oxigenación impacta también en la supervivencia de un tumor a radioterapia, por ejemplo.

"Hemos creado la primera generación de materiales fotosintéticos que producen y liberan oxígeno con la estimulación de la luz, mejorando así la oxigenación de los tejidos", dijo Egaña en una rueda de prensa este jueves para presentar el llamado proyecto Hulk, por la sigla en alemán de "Inducción de hiperoxia bajo condiciones de luz".

Las primeras pruebas, creadas tras una mezcla de biomateriales con la microalga Chlamydomonas reinhardti, han logrado demostrar aumentos en la concentración local de oxígeno de más 50 veces. El resultado es una especie de película de plástico de color verde que se adhiere a la piel que se quiere regenerar.

La investigación, en la que también colaboran universidades de Alemania, se desarrolla desde hace siete años y hoy se tramitan patentes en Estados Unidos, Japón, Canadá y Europa.

En las próximas semanas comenzará en Chile un primer ensayo clínico en humanos, con 20 pacientes del Hospital Salvador de Santiago en los que se medirá la inocuidad del tratamiento.

En cuanto al futuro de esta innovación en términos médicos, Egaña resalta su eventual uso para tratar heridas en diabéticos. "Sólo en Estados Unidos se amputan 82.000 pies diabéticos al año, un tema que podría cambiar drásticamente si esos tejidos produjeran su propio oxígeno a una velocidad elevada", dice el experto.